RESEÑA "MIRANDO AL TENDIDO" DE RODOLFO SANTANA

Hablar de Rodolfo Santana (Guarenas, 25 de Octubre de 1944- Caracas, 21 de Octubre de 2012) es hablar de una dramaturgia prolífica y fantasiosa que maravilla con facilidad a cualquier lector. Su imaginación se aventuró en una amplia variedad de temas en los que nos regaló poesía, humor negro, política, comedia, realidad y crítica social.

Mirando al tendido es un texto dedicado a la Tauromaquia, escrito para dos actores en 1981. La historia está redactada en una escena única que abarca un promedio de 44 páginas.

La obra fue recopilada recientemente por el fondo editorial de la Fundación para la cultura y las artes (FUNDARTE) en una colección de tres tomos dedicados a este autor, estando el texto en cuestión en el tercer libro de esta recopilación.

Mirando al tendido nos narra la historia de El niño (Torero) y Florentino (Toro), ambos en una plaza taurina “que presenta su decadencia en pleno florecimiento”. Para iniciar, el dramaturgo redacta una acotación de mediana extensión donde se describe la lucha entre estos dos personajes, resaltando la bravura de Florentino y la destreza de El Niño. Los oles se dejan escuchar en la plaza dentro de un ambiente festivo, hasta que repentinamente El Niño es capturado por la cadera con la cornamenta. “Florentino lanza un gran ruido gutural. Permanece en el centro con El Niño engarzado. Lentamente florentino baja el poderoso cuello y deposita a El Niño en la arena.[…]Florentino revuelve a El Niño sobre la arena. Lo cornea”.

Hasta este momento todo fluye con total normalidad, dentro de lo que cabe, hasta que Florentino al ver que ha vencido al torero, que ha roto la tradicional muerte del toro al final de la faena, sorprendentemente habla y pide su indulto de inmediato para poder ir al “prado azul” y pasar lo que le resta de vida retozando con vacas cariñosas, pero fundamentalmente con Lola que es su enamorada.

 Para mayor sorpresa El niño, quien ha sufrido una profunda cortada en la arteria femoral, le contesta burlándose de sus pretensiones, alegando que nunca se ha dado la libertad a un toro asesino. Florentino se disgusta y comienza a burlarse a su vez de El Niño por lo mal que se ve la herida y de cómo su semblante da claras señales de muerte, además de la manera torpe de mover el capote y lo mal que torea.

“El Niño: Me siento vital como una lechuga (Salta) ¿Crees que un moribundo saltaría así?
 
Florentino: No, pero si hablaría con el toro.”

El matador da poca importancia a la lesión y disgustado por las mofas del astado, también se burla del toro haciendo chiste de sus sueños de libertad y de la poca bravura que demuestra en la arena. Este inicio da pie a una conversación entre los personajes que discurren sobre distintos temas como la libertad, las tradiciones, el maltrato animal, la religión, los sueños, la tauromaquia entre otros.

Nos sorprendió el amplio conocimiento expresado por Santana respecto al tema taurino, he intuimos que debe haber hecho una amplia investigación para la construcción de esta historia, pues uno se ambienta rápidamente, teniendo que ir en repetidas oportunidades al diccionario para entender ciertas palabras propias de las corridas de toro. Los diálogos se muestras cortos y dinámicos ayudando así a que la lectura fluya de forma amena, apoyado además por el humor negro que salta de cada texto, robando pequeñas sonrisas al lector que a la vez lo hacen reflexionar.

“El Niño: ¡Hijo… de… puta…!

Florentino: Las vacas no acuden a los prostíbulos. (Ríe con una tonalidad hiriente) Las puertas de los cuartos son demasiado estrechas.”

Ya para culminar con esta publicación, no nos queda mas que decir que este texto es de muy agradable lectura, y como fieles admiradores de este dramaturgo la recomendamos ampliamente, invitándolos a disfrutar la astucia con la que está escrita esta obra e iniciar el descubrimiento de un maravilloso autor dramático. No olviden dejar sus comentarios.

P.D: Sigue abierta la puerta para la otra semana, pero en esta oportunidad será una dama quien nos permitirá revisar uno de sus trabajos.