RESEÑA “LA VIVEZA DE PEDRO RIMALES” DE ARTURO USLAR PIETRI


Hay personaje de la historia que cuesta imaginar que escribieran teatro, pues su perfil público nunca fue relacionada con este arte. Éste es el caso del pensador y hombre de letras Arturo Uslar Pietri (Caracas 16 de Mayo de 1906; Caracas 26 de Febrero de 2001). Un polímata, abogado, escritor, productor de televisión y político, quien es considerado en Venezuela como uno de los pensadores más importantes del siglo XX.



Pues este hombre con tantos conocimientos dedicó tiempo a la dramaturgia y lo más sorprendente es que dedicó tiempo al teatro para niños. Decimos sorprendente porque los grandes pensadores del mundo nos tienen acostumbrados a no dedicar mucho tiempo a las cosas que tienen que ver con los niños. Pues este caso es diferente, ya que al menos la obra que vamos a reseñar hoy, fue dedicada al público infantil.

“La viveza de Pedro Rimales” es un texto para teatro guiñol de unas catorce páginas en las que intervienen seis personajes, siendo los principales Pedro Rimales y Juan Bobo. La obra está escrita en un acto único y dividido en diecisiete escenas.

Cuando inicia la acción, encontramos al narrador en una calle polvorienta del pueblo de Masacá, con una casa de puerta verde cerrada al fondo. Este personaje, que acompaña toda la obra, nos informa que en esta historia veremos lo que pasó cuando un hombre llegó al pueblo con una bolsa llena de dinero y podremos medir lo que hicieron los malos y lo que hicieron los buenos. En este momento entra a escena el hombre rico con sus dos guardaespaldas mientras el narrador sale. 


Este hombre adinerado ha llegado al pueblo con la intención de usar el capital que lleva en la bolsa para comprar una hacienda, pero decide guardar el dinero en su casa luego de llegar de viaje hasta el día siguiente. De esta manera el Rico y los guarda espaldas entran a la casa, dejando el espacio libre para la llegada de Pedro Rimales, que en un soliloquio de entrada nos deja claro que tiene la intención de apoderarse del dinero con el que ha llegado el hombre Rico. De esta manera y para poner en movimiento su plan Rimales hace una visita al hombre acaudalado, presentándose como un amigo del pueblo que quiere proteger los intereses del rico, pues admira a los hombres que han hecho fortunas con el sudor de su frente.

Pedro Rimales: (…) Si usted me lo permite yo le voy a ayudar y proteger para que ningún vagabundo le venga a echar ninguna broma ¿Tiene la plata bien escondida?

El Rico: Cómo no. ¿Usted me cree zoquete?

Pedro Rimales: ¿A que le adivino donde lo tiene?

El Rico: ¿Dónde?

Pedro Rimales: Debajo del colchón de la cama

El Rico: (Asombrado) ¿Cómo los supo?

Pedro Rimales: Porque eso es muy fácil. A todo el mundo se le ocurre esconder su dinero allí. Y allí es donde primero van los ladrones.

Así, preocupado al darse cuenta lo inseguro que está su dinero, le pide a Pedro Rimales que lo aconseje donde guardar su fortuna. Éste rápidamente comienza a trazar su plan y le recomienda enterrarlo al pie de un árbol que está en el patio de la casa para que nadie sepa donde se encuentra.



Luego de convencer al Rico, Rimales, ya en la calle, se encuentra con Juan Bobo. Un hombre honesto del que Pedro Rimales se burla por ser tan tonto, alegando que la viveza lo sacará de la pobreza en que se encuentra estimulandolo a ser como él. Así que, continuando con su plan malvado, engaña a Juan Bobo invitándolo a sacar un tesoro enterrado al pie de un árbol que se encuentra en la casa del Rico, diciéndole que esa es una casa abandonada y

Pedro Rimales: (…) En esa casa hay un fantasma que se me apareció una noche y me dijo que había un tesoro enterrado en el patio, al pie de la mata grande. Pero que si yo mismo iba a sacarlo me caería un mal; que, en cambio, debía mandar a un amigo pobre, para que lo sacara y lo compartiera conmigo, y que a ese amigo no le pasaría nada.

Juan duda por un momento pero acepta la invitación de Rimales quedando de acuerdo en ir a las 9pm a aquel lugar para sacar el dinero enterrado. Luego de Juan Bobo irse aparece el policía del pueblo a quien Rimales le cuenta esta historia:

Pedro Rimales: (…) Esta tarde cuando venía para el pueblo, me monté en una mata de caimito para coger frutas, y al rato vinieron dos hombre que se pararon al pie a conversar. Eran dos ladrones y decían que un socio de ellos no le había dado su parte completa en el último robo y que tenía que arreglar eso esta misma noche, de cualquier manera si era necesario matando al socio.

De esta manera le informa que el lugar donde estos supuestos hombres van a buscar al socio para cobrarle su parte es en la casa del Rico y que si el policía vigila bien va a poder agarrar a los malhechores

Pedro Rimales: No se olvide, a las nueve, en la casa de la puerta verde.
Policía: ¡Como lo voy a olvidar! Allí estaré con cuatro ojos para echarles mano a esos vagabundos. Muchas gracias (Se va el Policía)

Luego de haber echado a andar su plan, Rimales decide ir al botiquín del pueblo a tomarse algo para pasar el rato y luego volver y con toda la tranquilidad y despues que se llevaran a Juan Bobo preso, él poder sacar el dinero e irse a otro pueblo a vivir como un rey. Pero no todo va a salir tan bien como Rimales lo ha planeado, descubriéndose al final enredado en sus propias mentiras.

“La viveza de Pedro Rimales” es un texto aleccionador que busca despertar en el lector/ espectador los valores de la honestidad y la honradez por sobre la viveza que solo busca aprovecharse de las situaciones para hacer dinero fácil y mal habido. Es una obra que recomendamos ampliamente para su lectura y aun más para su escenificación tanto en teatro de guiñol como con actores, pues el texto muestra esta versatilidad.

P.D: Nos leemos la próxima semana.

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