RESEÑA “Bajo la luz de la luna los chicos negros se ven azules” de Tarrell Alvin McCraney

A dos semanas de la accidentada entrega de los premios Oscar 2017, nos parece correcto hablar del largometraje ganador del galardón a mejor película "Moonlight" (Luz de luna) dirigida y coescrita por Barry Jenkins. Nuestro interés en esta historia y motivo por el que la consideramos para ser reseñada en este espacio, es porque el texto que inspiró la película es una obra de teatro titulada “Bajo la luz de la luna los chicos negros se ven azules” del dramaturgo norteamericano contemporáneo Tarrell Alvin McCraney (17 de Octubre de 1980). Según palabras del dramaturgo, el texto original tiene mucho material autobiográfico, pero fue escrita como un proyecto en la escuela de teatro donde imparte clases y no es precisamente una Obra de teatro como tal.

Nos parece importante aclara que nuestra reseña será basada en la película, pues no hemos tenemos acceso al texto escrito por McCraney. Así pues "Moonlight", que fue ganadora de tres premios de la academia (Mejor película, mejor actor de reparto y mejor guion adaptado), nos narra la historia de Chiron, un joven que crece en un barrio muy pobre y violento de Miami (Liberty City). En los primero minutos conocemos a un Chiron niño al que apodan “Pequeño” (Little), quien es un chiquillo retraído y sobreviviente a un continuo acoso escolar al que resiste huyendo constantemente. Además este chico se enfrenta a una vida sin padre y con una madre adicta a las drogas, quien irá deteriorando su salud mental a lo largo de la trama. Así se nos presenta una niñez sombría, de esas que pueden parecer exageradas, pero que sabemos existen en muchas partes del mundo y con características aún peores. Chiaron solo cuenta con tres amigos: Kevin quien es un niño de su edad, Juan que es el distribuidor de drogas del barrio donde vive el joven y a quien conoce en una huida de unos chicos que lo persiguen para molestarlo y finalmente María, que es la Novia de Juan y que estará presente en toda la vida del Chiaron como un apoyo moral y económico. La relación de amistad con Juan no es para nada negativa, pues el adulto trata de ayudar al chico, asumiendo en parte la imagen paterna con la que Chiaron no ha crecido.

Luego de conocer a este pequeño, pasamos a su adolescencia, donde no cambia mucho su realidad respecto a relaciones sociales. Continúa como un chico retraído, irrespetado por muchos de sus compañeros de la secundaria y con el mismo círculo de amigos, solo que en este momento no lo acompaña Juan, pues ha muerto tiempo atrás. Su madre está cada vez más consumida por el vicio de las drogas, llegando en algún momento a quitar dinero a su hijo para poder comprar la sustancia y hasta echarlo de la casa porque pasa las noches con distintos hombre. Dentro de esta oscura vida siempre ha estado presente Kevin, el único compañero que está al lado de Chiaron y con quien habla y disfruta su compañía. A pesar de que Kevin es un poco más sociable e incluso comparte amistad con algunos de los chicos que molestan a Chiaron, constantemente ha estado a su lado ayudándolo. Una noche, a orillas de una playa cercana a la casa de Kevin, Chiron está sentado mirando a la distancia cuando llega Kevin a consumir mariguana como lo hace frecuentemente en aquel lugar y se sorprende de encontrar a Chiaron allí. Luego de algunas bromas ambos se sientan a consumir la droga mientras conversan de distintos temas comunes en los adolescentes. En algún momento de la conversación llevados por el suave sonido de las olas o los efectos del narcótico, sucede algo entre estos dos jóvenes que marcará la vida de Chiaron hasta su adultez. 

Finalmente, ya en el último tercio de la película, encontramos a un Chiaron adulto, quien ha dedicado su vida a los malos pasos, manteniendo una relación con su madre muy particular y guardando un secreto que lo hace diferente, pero quizás más humano en el entorno de violencia en el que ha decidido desenvolverse.

Aunque la película se divide en tres capítulos que nos muestran los distintos momentos en la vida de este chico solitario, McCraney aclara que en el texto que él escribió “eran las tres partes al mismo tiempo, uno puede ver un día específico en la vida de los tres personajes, pero finalmente te das cuenta que es una sola persona” el autor comenta que en la totalidad del proyecto teatral el espectador podría confundirse creyendo que las tres etapas en la vida de Chiaron representa a tres personajes distintos, pero luego queda claro que son tres momentos en la vida de una sola persona.

Ya para terminara queremos decir que tanto “Bajo la luz de la luna los chicos negros se ven azules” como “Moonlight” (Luz de luna) hablan sobre la homosexualidad dentro de una comunidad y realidad principalmente machista como los grupos pobres de barrios norteamericanos en los que reina la violencia, las drogas y la pobreza. Esta historia, sin embargo, centra su atención en lo íntimo, en lo humano. Es una película un poco lenta pero no aburrida, con secuencia de imágenes un tanto largas características del cine independiente. Por otro lado sentimos que las actuaciones están en un buen nivel, permitiendo la conexión personal con los personajes, pero sean ustedes los jueces. 

PD: Nos vemos la próxima semana.